Todo lo que debes saber sobre la ortodoncia en los niños

Evgeny Atamanenko || Shutterstock

Si recientemente has acudido a una revisión con tu hijo y el dentista te ha indicado que necesita llevar aparato, es probable que te surjan muchas dudas acerca de este sistema de corrección dental. Te contamos todo lo que debes saber sobre la ortodoncia en los niños.

¿Cuándo y por qué los niños necesitan una ortodoncia?

La ortodoncia es el sistema que se encarga de corregir la malposición de los dientes y que contribuye a la construcción de una dentadura más bonita. Se trata de un tratamiento muy importante, especialmente en los niños, ya que los dientes necesitan tener una correcta alineación para que se mantengan más sanos y limpios a largo plazo.

Cuando los dientes se mantienen torcidos o ligeramente montados unos con otros, es más difícil llevar a cabo una buena higiene, y esto puede ocasionar caries, enfermedades periodontales y hasta la pérdida de algunas piezas al cabo del tiempo.

También existen algunos aspectos relacionados con la mala posición de los dientes que, si no se tratan con ortodoncia, pueden derivar en desgastes o fracturas del diente, una mala masticación, mala oclusión o un exceso de tensión en las encías y mandíbulas.

Por todo ello, cuando los niños presentan algunos signos indicadores de alerta, el dentista puede recomendar a los padres la necesidad de un tratamiento con ortodoncia, con la finalidad de prevenir estos problemas de cara al futuro.

Los signos más frecuentes que delatan la necesidad de una ortodoncia infantil son: la pérdida tardía o temprana de los dientes de leche, la dificultad del niño para comer o masticar con normalidad, la respiración oral o la mala posición de los dientes. Incluso que el niño se chupe el dedo puede ser una señal de que necesita una ortodoncia.

¿Qué tipos de ortodoncia infantil existen y a qué edades están recomendadas?

Los tratamientos con ortodoncia están indicados tanto para los adultos como para los niños ya que, siempre que los dientes estén sanos, hay tiempo de corregirlos y conseguir así una sonrisa perfecta.



Los expertos aseguran que en el caso de los niños, éstos deben acudir al dentista siempre entre los cinco y los siete años, ya que existen algunas patologías que requerirán una ortodoncia más sencilla si se tratan en edades tempranas y justo, cuando la mandíbula y los maxilares estén aun en pleno desarrollo.

En estas revisiones dentales, el ortodoncista puede recomendar al niño una ortodoncia preventiva, que no son aparatos dentales propiamente dichos, sino que consisten en un sistema de ejercicios muy necesarios para corregir ciertos hábitos nocivos que influyen en el desarrollo dental infantil. La ortodoncia preventiva suele ser eficaz en niños menores de seis años.

A partir de los siete años, los niños que presentan algún indicador de alerta, lo más normal es que el dentista les recomiende una ortodoncia con aparatos que están encaminados a corregir problemas esqueléticos y de desarrollo facial en los menores, y también pueden servir para guiar la correcta erupción de los dientes definitivos.

Estos aparatos de ortodoncia interceptiva son especialmente eficaces en la infancia, ya que llegan a actuar sobre los huesos faciales y corrigen la mala posición de los dientes cuando las estructuras óseas aún están en formación y crecimiento, como la mordida cruzada, la mordida abierta, el paladar estrecho o la posición dentaria mal alineada.

Si tu hijo necesita llevar aparato, debes explicarle y concienciarle desde el principio sobre la necesidad de poner en marcha este tratamiento. Y es que sólo a través de la ortodoncia infantil se pueden prevenir y evitar muchas complicaciones en el desarrollo dental de los niños de cara al futuro.

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