Connect with us

Libros y cuentos

La Princesa Rosa

¿Conoces el cuento de la Princesa Rosa? En el siguiente videocuento te contamos la historia de la Princesa Rosa y a los peques les encantará.

Publicado

en



¿Quieres leer el cuento de la Princesa Rosa con tus hijos? Ponle vídeos de cuentos infantiles a los peques y seguro que disfrutarán con maravillosas historias para niños. Descubre el cuento infantil de la bella Princesa Rosa, os encantará.

Cuento de la Princesa Rosa

Descubre cómo la Princesa Rosa rompe el hechizo de una malvada bruja y recupera el color rojo de su pelo, un videocuento con el que disfrutarán todos los peques. Nosotros te contamos la historia:

Hace muchos muchos años, en un reino muy lejano, vivía una bella princesa. Tenía el pelo rojo y muy largo y le gustaban tanto las rosas que todo el mundo la llamaba la Princesa Rosa.
Cada día, al anochecer, la Princesa Rosa salía a su balcón y daba una palmada. Un pájaro dorado aparecía de la nada y se posaba sobre su hombro. En ese instante su pelo empezaba a brillar y el pájaro cantaba una hermosa melodía. La Princesa Rosa cantaba junto al pájaro dorado y todo el reino caía en un profundo sueño hasta el amanecer.
Y así pasaron los años. Cada tarde la Princesa Rosa cantaba su canción de cuna con la que todo el reino dormía plácidamente y tenía dulces sueños.
Hasta que un día sucedió algo terrible. Una bruja muy envidiosa se enteró de la fama de la Princesa Rosa y le lanzó una maldición.
“Abracadabra, Sim-Sala-Rá, el color de la rosa te abandonará”, dijo la bruja, y el pelo de la Princesa Rosa perdió su color rojo y se convirtió en negro al instante.
Esa tarde, la Princesa Rosa salió, como cada día, a su balcón, y dio una palmada. El pájaro dorado se posó sobre su hombro y el pelo de la Princesa brilló, aunque esta vez de color negro. Ambos cantaron la canción de cuna que dormía a todos los habitantes del Reino, pero esa noche fue una noche terrible de pesadillas y malos sueños.
Triste, la Princesa Rosa le preguntó al pájaro qué podía hacer para romper el hechizo. Y el pájaro contestó: “Pelo negro agua de rosa”
La Princesa Rosa se quedó confundida, no obstante obedeció a su consejero y llenó un cubo de agua Y pétalos de rosa. Cuando sumergió su cabello, éste recuperó su color rojo intenso.
Esa noche, cuando la princesa y el pájaro dorado cantaron su canción de cuna, de nuevo los habitantes del reino tuvieron dulces sueños hasta el amanecer.
Pero cuando la bruja se enteró de que habían roto su hechizo, se enfadó muchísimo y repitió su maldición: “¡¡Abracadabra, Sim-Sala-Rá, el color de la rosa te abandonará!!”, y esta vez hizo desaparecer todas las rosas del reino.
“A ver cómo rompes ahora mi hechizo!”, dijo, rabiosa, la bruja.
De nuevo, la Princesa consultó al Pájaro Dorado: Dime Pájaro Dorado, cómo puedo hacer que los sueños del Reino vuelvan a ser dulces?”
“Pelo negro agua de rosa”
“Pero donde puedo encontrar una rosa?”
“Pelo negro agua de rosa”, pió el Pájaro, y salió volando.
La Princesa no sabía que hacer, y tan angustiada estaba que rompió a llorar. Una de sus lágrimas cayó al jardín y en ese momento, un joven príncipe que se había parado debajo del balcón de la princesa, abrió una cajita de la que sacó un pelo de color rojo. Colocó el pelo en la lágrima de la princesa y una preciosa Rosa roja floreció al instante.
El príncipe cogió la rosa y se la llevó a la Princesa, que, tras secar sus lágrimas, volvió a sumergir su cabello en agua y pétalos de rosa, recuperando el color rojo intenso de su pelo.
Todo el Reino se quedó asombrado, y el Rey le preguntó al Príncipe: “Joven, de dónde has sacado ese pelo rojo?”
“Cuando la princesa y yo éramos niños, cogí uno de sus cabellos como símbolo de mi lealtad hacia ella, y ella hizo lo mismo conmigo”
“Es cierto, padre”, confirmó la princesa, y sacó una cajita donde guardaba el pelo del príncipe.
Todo el mundo estaba muy contento por las noticias, a excepción de la bruja, que se puso tan tan rabiosa que acabó explotando en 10.000 pedazos!
Las rosas volvieron a crecer en todo el reino y de nuevo, la princesa, volvió a salir todas las tardes a su balcón para cantar su dulce canción de cuna, para que todos tuvieran dulces sueños hasta el amanecer.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No