La obesidad infantil afecta emocionalmente a los niños

Más allá de los problemas de salud que pudiera sufrir el niño a consecuencia de su obesidad, su gordura afectará también sus relaciones sociales e inevitablemente la forma como lo vean los demás tendrá en un efecto negativo en sus emociones.

Un niño obeso muchas veces es el blanco de las burlas y de los chistes de sus compañeros. Si no tiene el apoyo de sus padres suele mostrar una baja autoestima, se siente inferior en comparación a los niños delgados y el rechazo de estos hace que su idea permanezca más tiempo.

Normalmente los niños obesos, también tienen padres obesos, lo cual se explica en algunos casos por los malos hábitos alimenticios transmitidos sin querer hacia los pequeños.

Para tratar este problema es importante considerar no solo mejorar la dieta alimenticia del niño, la ayuda de psicólogos ayudará a entender en donde nace el problema para tratarlo desde el mismo núcleo familiar y al mismo tratar el estado anímico del niño que muchas veces  es un obstáculo para avanzar hacia la pérdida de peso.