Varicela en los niños: Síntomas, tratamiento y vacunación

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A lo largo de la historia, han surgido enfermedades que ha pasado una gran parte de la sociedad. Durante todos estos años, los científicos han trabajado para crear vacunas y poder erradicarlas.

Sin embargo, algunas vuelven a aparecer, ya que no todo el mundo ha sido vacunado, como es el caso de la varicela. En el siguiente artículo, ¡comentamos todo lo que debes saber sobre ella y cómo afecta a los más pequeños!

¿Qué es la varicela?

La varicela es una infección contagiosa que es causada por el virus varicela-zoster. Tanto los adultos como los niños pueden verse afectados, pero es más frecuente en los más pequeños.

El síntoma principal de la varicela son erupciones que aparecen en la piel y se presentan en forma de ampollas rojas. Después de unos días, las ampollas se abren y supuran líquido. El proceso de curación puede durar más de dos semanas, momento en que comienzan a aparecer las costras.

La varicela es una enfermedad que puede ser bastante molesta, ya que sus síntomas son bastante incómodos. Y, precisamente, las personas que no han pasado por la enfermedad tienen un mayor riesgo de contraerla.

En el caso de los niños, los menores de 2 años son los más propensos a contraer esta infección viral. De hecho, el 90% de todos los casos ocurren principalmente en infantes.

Por esta razón, se recomienda contratar seguros médicos para niños. De esta forma, el diagnóstico y posible tratamiento para reducir los síntomas de la enfermedad se llevarán a cabo con antelación.

Hay que tener en cuenta que un seguro médico infantil es un producto destinado exclusivamente para ellos, por lo que tendrás acceso a distintos especialistas cuando tu pequeño lo necesite.

Síntomas de la varicela

La varicela es una infección muy contagiosa que está caracterizada por la aparición de ampollas o erupciones en todo el cuerpo, incluso en la cara, las cuales producen picazón.



Los síntomas de la varicela comienzan a aparecer en un intervalo de 10 a 21 días después de entrar en contacto con alguien infectado por el virus. Normalmente, las personas se recuperan en cuestión de 2 semanas.

Esta enfermedad puede causar ampollas en la nariz, la boca y en los órganos genitales, en raras ocasiones. A su vez, la persona que porta el virus puede propagarlo a otras personas hasta 48 horas antes de que las ampollas aparezcan en su cuerpo.

Otros de los síntomas característicos de la varicela son:

  • Fiebre.
  • Pérdida de apetito.
  • Dolor de cabeza.
  • Cansancio y sensación de malestar generalizada.

Diagnóstico y tratamiento

Generalmente, la varicela se diagnostica de forma muy sencilla. Si sospechas que tu hijo puede tener el virus, el pediatra examinará las erupciones e identificará los síntomas virales propios de la enfermedad.

Para confirmar el diagnóstico, el médico puede recomendar pruebas de laboratorio, como la cultura de las lesiones de la piel o el análisis de sangre. Normalmente, el niño se recupera sin necesidad de un tratamiento específico durante el tiempo de recuperación.

Sin embargo, si el pediatra considera otros factores de riesgo, como que el niño padezca asma u otras afecciones cutáneas como la dermatitis, puede recetarle un tratamiento antiviral. Con ello, se reducirá la gravedad o se acortará la duración de la enfermedad.

No obstante, estos medicamentos solo son efectivos cuando se prescriben dentro de las 24 horas después de la aparición de la enfermedad.

Vacunación y prevención

La medida de prevención más eficaz contra la varicela es la vacunación. En España, se recomienda administrar la vacuna contra esta enfermedad con 2 dosis, una a los 15 meses y otra a los 3 años de edad.

A los 15 meses, se aplica junto con la del meningococo B y, a los 3 años, al mismo tiempo que la vacuna de la triple vírica. Después de los 3 años, si un niño no ha sido inoculado con este método preventivo, se recomienda su vacunación. Y, en caso de que solo haya recibido una dosis y no haya pasado por la enfermedad, solo se le tendrá que administrar una dosis.

Por otro lado, a los 12 años, junto con la vacunación para prevenir el VPH en chicas y el meningococo, se aconseja vacunar al niño que sea propenso a padecer la enfermedad.

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