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¿Por qué llora mi bebé?
¿Cuáles son las causas del llanto de mi bebé? Te revelamos los mejores consejos para interpretar por qué llora tu bebé.
El llanto del bebé es la primera forma que tiene el recién nacido para comunicarse con el mundo. Se trata de la única herramienta de la que dispone nuestro hijo para transmitir sus sensaciones o necesidades. Pero ¿cómo puedo interpretar qué le ocurre? ¿Qué puedo hacer para calmar su llanto?. Te presentamos las 10 causas más comunes del llanto del bebé y algunos consejos para calmarlo.
- ¡Tengo hambre!. En los primeros meses de vida, lo más habitual es que la causa del llanto del bebé sea hambre. En este caso se trata de un llanto rítmico y no demasiado agudo.
- ¡Tengo frío o calor!. La falta de ropa de abrigo o un ambiente demasiado frío pueden incomodar al bebé. Lo mismo sucede si hace un calor excesivo en casa. Regula la temperatura para que el bebé se sienta cómodo.
- ¡Tengo los pañales mojados! Esta causa de llanto es fácil de comprobar y también de remediar. Muchos recién nacidos son muy sensibles a estas molestias.
- ¡Tengo sueño! Cuando los bebés están muy cansados, en lugar de dormirse, a veces se muestran irritables. El llanto de cansancio suele vibrante e ir aumentando en intensidad. En estos casos lo ideal es hacerle un masaje que relajará al pequeño para que logre conciliar el sueño.
- ¡Se me ha caído chupete! La succión del pulgar o del chupete es un método muy bueno para calmar el llanto del bebé. A menudo suelen romper a llorar si pierden el chupete.
- ¡Estoy incómodo”. Un llanto excesivamente intenso, más que hambre, cansancio o deseo de cariño, puede indicar dolor o incomodidad en alguna parte del cuerpo. En estos casos comprueba que todo esté bien, que su posición en la cuna es la correcta o que sus pañales no están demasiado apretados.
- ¡Necesito más atención! En ocasiones los bebés únicamente lloran por qué necesitan más atenciones de sus papás. En estas situaciones un cálido abrazo suele ser la mejor solución para calmar su reclamo.
- ¡No me gusta el baño! Aunque nadie puede negar las propiedades relajantes de un buen baño en agua templada, muchos bebés lloran sin consuelo durante la hora del baño. Si es el caso de tu bebé, aprovecha el aseo diario para masajear al peque y calmar a vuestro bebé.
- ¡No quiero dormir! Durante sus primeras semanas de vida es habitual que los bebés hagan su horario independientemente del de sus papás. En muchas ocasiones habrás escuchado que cambian el día por la noche. Por eso debes intentar adaptar sus horarios a los tuyos. Aunque al principio puedas verte superado por el llanto del bebé no perdáis los nervios. Poco a poco adecuará sus hábitos a los del resto de la familia.
- ¡Me pongo nervioso! Si el llanto de tu bebé es persistente y aumenta tu nerviosismo, tu hijo puede contagiarse de esa frustración y llorar todavía más. Tratar de turnaros a la hora de calmar el llanto del bebé. Y no dudéis en aceptar la ayuda de algún familiar o amigo para tomaros un descanso.