Perdió a su hijo y quiere concientizar para que donen sangre

"Seguimos trabajando por él", dijo sollozando Mónica Regules, quien a pesar del dolor por la pérdida de su único hijo sigue firme en una campaña de donación de sangre para impedir que otras personas mueran a causa de la leucemia, enfermedad que abruptamente se llevó la vida de Alexis.

Todo comenzó con un simple sangrado de nariz que su madre atribuyó a los nervios por los exámenes globales que se avecinaban. Ocurrió en noviembre de 2006.

Después de varios estudios, se encontraron con la dolorosa noticia: el diagnóstico decía "leucemia linfoblástica aguda (LLA)". A partir de entonces, Alexis comenzó a recibir quimioterapia y pasó todo el 2007 en tratamiento ambulatorio en el servicio de Hemoterapia del Hospital Central de Mendoza.

Desde el primer momento, su familia supo que el trasplante de médula era la única solución, y comenzaron una campaña que incentivaba la donación de sangre.

Inmediatamente, la población mendocina respondió en gran número: "La gente se solidarizó mucho, apenas se enteraron de mi caso se acercaron a ayudarnos. Fueron muchos los donantes que aparecieron; a mi marido lo estrujamos a más no poder, como Alexis no tenía hermanos no nos quedaba otra", comentó Mónica.

Su caso fue resonante. Recibieron el apoyo de Silvina Justel (32), la primera mendocina en convertirse en donante de médula sin vinculación familiar, y junto a ella, iniciaron diferentes campañas de concientización social. "Es necesario que la gente sepa de estas cosas, que llegue a conocerlas en profundidad para que, llegado el caso, no los sorprenda indefensos.

Por ejemplo: a un niño con adenoides lo primero que deciden es extriparlas en vez de darse cuenta de que forma parte del sistema inmunológico; es como si a una mesa le quitaras una pata, la dejás coja", replicó Mónica al respecto.

La intervención de médula es la única que no es una operación en sí misma y, por otra parte, es el único trasplante que se hace de un ser vivo a otro.

Las transfusiones de sangre son fundamentales, especialmente por las plaquetas, que son las que intervienen en la coagulación; la disminución de éstas puede producir hemorragias.

Se puede donar más de 2 o 3 veces al año y con eso salvar la vida de miles.

Mónica no olvida a cada uno de los donantes anónimos que se acercaron desinteresadamente al Hospital Central, ni tampoco de las enfermeras que cuidaron de su hijo por más de un año en aquel nosocomio. Alexis tenía 18 años cuando falleció el pasado 6 de julio. Su familia recibió la contención de amigos y de desconocidos que se unieron a su causa.

Las donaciones pueden realizarse en cualquier hospital de la provincia, sólo hay que acercarse al servicio de hemoterapia y manifestar su intención.

Las muestras se evalúan en Buenos Aires. Una vez obtenidos los resultados, pasan a formar parte de un banco de datos y, con ello, se facilitan los análisis de compatibilidad.

"Alexis murió un domingo y al lunes siguiente había otro caso de una nena de 13 años fallecida en el Notti, también por leucemia. Nosotros no queremos que eso vuelva a pasar", manifestó su madre. Por tal motivo, invita a la gente a unirse a esta campaña y a colaborar donando sangre, porque como ella dijo: "Donar sangre, es donar vida en vida".

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