Cómo hacer un disfraz de fantasma para niños
Los materiales que necesitarás, y que seguramente tengas en tu casa son estos:
- una sábana o una tela completamente blanca
- tijeras
- marcador permanente
- pintura negra para rostro
- guantes blancos
- calcetines y zapatos blancos
- remera blanca de manga larga
- gorro
- alfiler de gancho
Paso a paso:
Cuando hayas recolectado todo ello lo primero que deberás hacer es cubrir la cabeza del niño con la tela blanca. Procura que el centro de la tela quede en el centro de su cabeza y la sábana caiga a ambos lados de su cuerpo de manera equilibrada, es decir que no queden algunos lados más largos que otros. Si la sábana es muy larga puedes recortarla con la tijera, para que el niño no la pise mientras camina.
Luego haz a tu niño extender sus brazos y allí marca la longitud indicada para que pueda quitar sus manos cómodamente. También marca la zona donde luego recortarás la sábana para crear los grandes y alargados ojos del fantasma. Claro está que tu niño debe poder ver por allí. Luego pinta los bordes con el color negro para hacerlo más tenebroso, y si quieres también dibújale nariz y boca.
¿Para qué se precisa el gorro, te preguntarás? Para ponérselo al niño debajo de la sábana y enganchar ambos con un alfiler impidiendo que la sábana se mueva de lugar. Un truco sencillo pero indispensable.
El último toque especial es hacerle algunos recortes triangulares a los bordes inferiores de la sábana para darle un aspecto aún más de fantasma.
El disfraz se termina de completar con todo un conjunto blanco: medias, guantes y zapatos, para que el efecto sea mayor. Tu niño ya está pronto para salir a pedir caramelos o hacer travesuras.