Los niños también roncan

Aunque los molestos ronquidos suelen asociarse más a personas adultas, los últimos estudios muestran que 4 de cada 100 niños de 2 a 8 años roncan.

Su sonido no suele ser tan fuerte como el de los adultos, y aunque en muchas ocasiones no es algo patológico, también puede deberse a una apnea del sueño que será necesario diagnosticar y tratar para evitar futuros problemas

¿Qué es el ronquido y por qué roncan?

El ronquido es un ruido respiratorio fuerte, rudo o agudo, que ocurre durante el sueño y que se produce por la vibración de la parte posterior del paladar. Algunos niños roncan sólo de vez en cuando y otros son roncadores crónicos. Los ronquidos pueden estar motivados por una obstrucción de las vías respiratorias altas producida por el aumento del tamaño de los cornetes nasales.

También la obesidad dificulta la respiración durante el sueño. Pueden estar asociados a casos de resfriados, alergias crónicas, asma o una inflamación de las amígdalas. La sinusitis crónica y las vegetaciones también provocan ronquidos.

Según las últimas investigaciones, 4 de cada 100 niños con edades entre los 2 y los 8 años roncan. Y de éstos, de acuerdo a los resultados publicados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), 1 de cada 10 presenta apnea del sueño, que consiste en interrupciones frecuentes de la respiración que motivan que su descanso sea de mala calidad, lo que condiciona su capacidad de atención y su rendimiento escolar. A este fenómeno se le denomina como síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).

Las apneas del sueño son un problema más serio puesto que la falta de oxígeno está asociada a un mayor riesgo de padecer problemas cardiacos, por lo que suele ser necesaria una intervención médica.

Los niños que sufren SAOS suelen ser niños que comen poco y mal y realizan un sueño no reparador que se interrumpe en múltiples ocasiones. Durante el día suelen estar somnolientos, poco atentos y probablemente serán chicos que aprendan menos, con peores resultados escolares y a menudo inquietos, irritables e incluso hiperactivos.