Todo lo que debes saber sobre el calzado minimalista para los peques
El calzado es una parte esencial para el crecimiento y el desarrollo de los más pequeños. Actualmente, el calzado minimalista o "barefoot" se ha convertido en una tendencia muy popular en los últimos años. Sin embargo, es importante saber en qué consiste y si es adecuado para los niños.
Calzado minimalista o "barefoot", conoce sus orígenes
Este tipo de calzado se volvió muy popular entre los runners con la idea de aproximarse a correr descalzo. Por ello, se trata de un calzado que cuenta con una tela que envuelve la parte superior del pie y tiene una superficie protectora en la planta. Sin embargo, está exenta de aquellos materiales que amortiguan el impacto de la pisada.
La teoría es que si nuestros ancestros no necesitaban calzado es porque el pie está preparado para aguantar nuestro peso y asumir nuestros movimientos. Pero, ¿hasta que punto esto resulta beneficioso? Hoy en día, es imprescindible que el calzado que llevemos proporcione una buena amortiguación y un sistema de apoyo adecuado. Por tanto, la teoría del calzado "barefoot" no acaba de encajar en la actualidad.
El calzado durante los primeros años
Muchos consumidores que han optado por este tipo de calzado han sufrido ciertas lesiones o se generaron defectos en la pisada. Por ello, cuando hablamos de las etapas tempranas, una buena elección del calzado es un aspecto esencial para que los niños tengan un correcto crecimiento.
Es cierto que, en la etapa de gateo y primeros pasos, el pie descalzo del bebé ayuda a recibir estímulos y obtener un desarrollo propioceptivo. Por tanto, siempre que los entornos sean controlados y no haya que protegerles del frio (con un calcetín bastará), es recomendable que vayan descalzos.
Es decir, el calzado en esta etapa sirve para proteger al pequeño. Sin embargo, se debe dejar libre el movimiento de los pies para así aportar estabilidad al bebé cuando va descalzo. Esta estabilidad es clave y no se tiene en cuenta en un calzado minimalista, donde se produce el efecto 'chancla'.
A su vez, a raíz de esta corriente, han surgido diferentes marcas que se etiquetan como minimalistas, pero que sus evidentes problemas de calidad en la fabricación han acabado produciendo rozaduras y lesiones en los pies del bebé. Sin embargo, no hay estudios ni evidencias científicas sobre las ventajas del calzado minimalista en estas etapas. Por lo tanto, se tratan de opiniones no contrastadas que pueden afectar al desarrollo de los niños.
Cómo elegir un buen calzado infantil
La guía sobre calzado infantil del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) es una referencia en este sector. Por ello, han realizado un estudio biomecánico de la pisada del niño definiendo cuáles son las necesidades del calzado en cada etapa de crecimiento.
Por tanto, ¿cuáles son los propiedades que debe tener un zapato en etapa de gateo y primeros pasos?
Flexible y ligero
La suela debe permitir la flexión completa de la zona delantera del pie para que el niño sea capaz de adaptarse a andar y gatear.
Estabilidad
La estabilidad la aprenden los más pequeños al ir descalzos. Pero, cuando están preparados para andar y ponerse un calzado, es necesaria una estructura mínima que mantenga la estabilidad y no limite el movimiento del pie. Con la pisada, el pie se expande, por lo que la suela debe ser ancha y plana en la zona de apoyo.
Ajustable
El ajuste en el empeine debe ser regulable. Por tanto, se recomienda que el interior no presente costuras y esté acolchado en los bordes y en la lengüeta para evitar la aparición de rozaduras. Por otro lado, se debe dejar espacio en los dedos, al menos 1 cm de largo, para absorber el rápido crecimiento del pie en la etapa de desarrollo.
Fricción
En la parte delantera del calzado, la suela debe elevarse para promover la fricción en la zona dorsal del pie, que es la parte que utilizan los peques para propulsarse durante el gateo.
Plantilla plana
Durante esta etapa, el bebé tiene el pie plano y todavía no se ha desarrollado el arco plantar. Por ello, es esencial que cuente con una plantilla plana, ya que su pie se empezará a desarrollar más adelante, cuando el niño tenga en torno a 3 y 4 años.
Con estas recomendaciones, el peque tendrá el calzado adecuado durante sus primeros pasos y así obtendrá un correcto crecimiento y desarrollo.