Quiero ser como mi hermano mayor
Los niños pequeños ven a sus hermanos mayores como modelos a seguir. Se identifican con su comportamiento, especialmente si son del mismo sexo, y pronto se convierten en sus grandes imitadores.
Es perfectamente normal. Si bien son los padres quienes los guian y corrigen todos los días, los hermanos mayores tienen un papel importante en su crecimiento. Son ellos quienes los apoyan en el desarrollo de sus habilidades sociales, y en esa interacción los pequeños copian frases, conductas o gestos de forma muy natural.
Ante esta relación tan cercana es necesario que los hermanos mayores tengan un comportamiento adecuado y transmitan hábitos positivos a los pequeños. En este punto los progenitores tienen una gran tarea, pues no solo se trata de delegar una responsabilidad en los hijos más grandes asumiendo que están preparados para cuidar al niño, ambos deben tener el apoyo de sus padres en todo momento.
Los adultos por otro lado:
Serán los mejores mediadores cuando su hijos peleen.
Deben entender la diferencia de caracteres y habilidades entre sus hijos. Evitar totalmente las comparaciones.
Ayudan a que sus hijos crezcan en tolerancia, solidaridad y respeto mutuo a través de sus relaciones.