Luchadores de sumo hacen llorar a bebés para que crezcan sanos
Está claro que la cultura oriental nada tiene que ver con nuestras costumbres y esta vez Japón vuelve a dejar sin palabras a medio occidente con la competición que han organizado en Tokio. Se trata de un concurso donde los bebés en manos de los luchadores de sumo lloran durante la competición llamada Baby-cry Sumo.
Este particular torneo, organizado el templo Sensoji en Tokio, se celebra por la creencia de los padres japoneses de que los luchadores de sumo pueden ayudar a que los bebés griten y lloren con el deseo de que crezcan con una buena salud. Se trata de una tradición de más de 400 años está basada en el dicho popular japonés: "Los bebés llorones crecen más rápido".
Con esta intención, los luchadores de sumo compiten con bebés, toman a los pequeños, entran al ring y comienzan a hacer caras y sonidos hasta que los bebés lloran. El primero que lo haga será declarado ganador y en caso de empate el ganador será el que llore más fuerte.