Los bebés también se estresan
Algunos estudios han indicado que entre el 9 y el 21% de la población infantil sufre estrés. Medir la incidencia de este trastorno en los bebés, sin embargo, no es tan sencillo, ya que es complicado reconocer los síntomas en niños tan pequeños. Con todo, podemos reconocer algunas señales: la incidencia del llanto, la irritación, alteraciones del sueño...
La importancia de llevar a cabo investigaciones en este tema radica en las posibilidades que sus resultados ofrecerían para detectar a tiempo un problema que, de no tratarse, podría tener efectos a largo plazo. Así, el estrés infantil -especialmente en los primeros meses de vida- puede alterar la capacidad de memoria del niño y generar dificultades en su aprendizaje.