Las rabietas de los niños

Las pataletas en la infancia son como el pan de cada día en muchos hogares. Algunos padres las consideran normales a cierta edad, pero la verdad es que no debemos acostumbrarnos a ellas, el control está en manos de los adultos, nunca en manos de los niños.

Nunca reacciones con agresividad o violencia ante los gritos de tus hijos, aunque no lo creas, inconcientemente les estás transmitiendo que aquella es una actitud normal, y el niño la imitará cuando se sienta enojado por alguna razón.

Ponte a su nivel enseguida, míralo a los ojos y pregúntale a qué se debe su comportamiento. Es necesario enseñarle a tu hijo que sus berrinches nunca conducirán a nada positivo, por el contrario, si persiste en llorar, lo único que logrará es quedarse en casa y ser privado de las cosas que más le agrada hacer.

En ocasiones nos frenamos en corregir a nuestros peques en lugares públicos. Las miradas de las personas nos invaden y para evitar un incidente bochornoso, optamos por ceder ante los reclamos del niño. Esa es precisamente la peor de las decisiones. Verás cómo lo avanzado en algunas semanas en temas de disciplina será echado por la borda en unos pocos minutos.

Serénate antes de hablarle para que no perciba solo tu enojo. Quizás en ese momento te pregunte si lo quieres,  respóndele que nunca dejarás de amarlo, pero que estás disgustada debido a su actitud.

Es recomendable escuchar también a los niños, y reconsiderar tu decisión cuando la situación lo amerite. El pequeño debe notar que también sus padres toman en cuenta sus opiniones. Los 'no' rotundos tampoco son buenos durante la crianza.