Las mejores madres del mundo... animal
En un curioso artículo publicado encontrado en La reserva se listan 10 especies del mundo animal que "lo darían todo por sus hijos". ¿Sabes cuáles son?
Para comenzar, tenemos a los elefantes, que soportan un embarazo de 22 meses y tienen los bebés más grandes en la Tierra.
Les sigue los koalas, cuyas crías nacen con un aparato digestivo que todavía no puede tolerar las venenosas hojas de eucalipto, por lo que las madres las alimentan con sus propias heces. Increíble, ¿verdad?
Qué decir de la siguiente especie, los cocodrilos, de la que el sexo del bebé será uno u otro según la temperatura del nido.
Los osos polares machos abandonan a las hembras después de haberse apareado con estas, pero los óvulos no se fertilizan y comienzan a desarrollar hasta septiembre aproximadamente, en lo que se conoce como implantación diferida. Durante este tiempo, la hembra solo trata de almacenar la mayor cantidad de grasa posible.
El guepardo es el felino más rápido del mundo, pero sus cachorros tardan en desarrollar el instinto de supervivencia. Es la madre la que tendrá que enseñarles a buscar presas para alimentarse, evitar a otros depredadores, y esta formación puede durar casi dos años.
De lo que no cabe duda es de que la madre orangután se esmeran, ya que construye aproximadamente más de 30.000 viviendas en lo alto de los árboles. Además, están con sus bebés hasta que estos alcanzan la edad de 6 ó 7 años, que es la relación de dependencia más estirada en el tiempo que existe en el mundo animal.
El desconocido para muchos cálao de Sulawesi es un ave tropical que vive en la isla de Indonesia de Sulawesi. Las madres cálao permanecen en sus agujeros hechos en los árboles durante el período de incubación de dos meses, soportando el olor de sus propias heces (que evita la entrada de lagartos que se coman a sus crías) y sin alimento.
A diferencia del elefante anteriormente mencionado, el elefante marino gesta durante 11 meses y es durante este periodo que se alimenta de manera abundante. Sin embargo, la madre deja de alimentarse una vez la cría ha nacido, por lo que puede perder más de 130 kg mientras el bebé puede engordar hasta 4,5 kg por día.
Otro caso llamativo es el de los pulpos, cuyas hembras depositan más de 50.000 huevos, sobre los que permanece muy cerca de ellos todo el tiempo hasta que eclosionan a los 40 días. La madre lo da todo por ellos hasta el punto de que deja de capturar presas para alimentarse y se dedica a proteger a sus crías de depredadores marinos y les "sopla" corrientes de agua para suministrarles oxígeno.
Ya para terminar tenemos a los pijos de mar, una de las especies más particulares desde nuestro punto de vista: ella es atraída por el macho a su madriguera de soltero para el apareamiento, donde descubre que en realidad es parte de un harén con otras 25 hembras embarazadas. Para colmo, una vez que los bebés están listos para nacer, abren su camino hacia el mundo comiendo el vientre de su madre.