La sobreprotección no es buena
Proteger tanto a un niño no es bueno porque dificulta su crecimiento y desarrollo en el momento en que está fuera de casa. Con su familia vive en una "burbuja" en la que está protegido de cualquier mal, pero tarde o temprano va a tener que afrontar esos problemas si quiere socializarse.
La sobreprotección se da sobre todo en los padres primerizos. Por una parte está el deseo de los progenitores de no caer en los mismos errores que cometieron sus padres, y por otra para darle a sus hijos las comodidades que ellos no tuvieron. Inconscientemente, los padres quieren crear el mundo ideal que a ellos les hubiese gustado en su infancia.
Más concretamente, la sobreprotección se da en la madre, que tiene una conexión especial con su hijo. Adora tanto a su bebé por su inocencia, su dependencia, etc. que, aunque no se percata de ello, desea que no crezca. De hacerlo, el niño comienza a tomar una personalidad propia y se vuelve cada vez más independiente.