Fuet Casa Tarradellas. ¡Si te descuidas, desaparecerá!

¿Por qué siempre desaparece el fuet Casa Tarradellas? Porque a todos les encanta. ¿Por qué dejar un par de fuets  hoy y en tres días te encuentras dos cordelitos pelados? Por que es irresistible, porque acercarse a la despensa coger un cuchillo y cortar un trozo o directamente darle un buen bocado es algo que gusta a mayores y pequeños. Y además  es sano, nutritivo y delicioso, que desaparezca de la despensa es una muy buena noticia.



Además, ¿Os habéis fijado? El fuet Casa Tarradellas tiene la  virtud de trasladarnos a la infancia. A una casa de campo, a un piso en la ciudad donde siempre había colgada una pieza de la despensa. Ese ritual vespertino de la abuela: descolgar el fuet, coger una tabla, cortar un buen trozo y dártelo con un trozo de pan con aceite. ¿Puede haber algo tan sencillo  y tan placentero a la vez?

Comer fuet Casa Tarradellas es también un homenaje a todo eso. A grandes momentos compartidos, a esa abuela que te cuidaba, a esa madre que se preocupaba porque salieras a jugar a la calle con un trozo de fuet en la mano. Y es además un homenaje a la salud, a la tradición y a las cosas sencillas pero maravillosas que tiene la vida. No olvides tener siempre en casa, ya sabes que cuando menos te lo esperes…¡¡desaparecerá!!

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