El show de Truman, ¿un espectáculo imposible?

En la película El show de Truman (Peter Weir, 1998) el protagonista es un hombre que descubre que toda su vida ha sido una auténtica farsa. Su infancia, sus amistades, su matrimonio... Detrás de todas sus vivencias está una importante productora de televisión, la primera que tiene la propiedad de una persona desde que es un bebé. Él, Truman, es la estrella de un reality show de alcance mundial.

Evidentemente, el argumento de este filme está llevado hasta el extremo, si bien la realidad no dista de ser muy distinta. Al margen de los consabidos realities protagonizados por adultos, tenemos otros como Embarazada a los 16 en el que son adolescentes quienes llevan la voz cantante. Qué decir de otros formatos que ya han sido adquiridos por cadenas españolas y en los que los auténticos protagonistas son niños de 8 años. Así pues, no resulta difícil pensar en un programa televisivo en el que los personajes sean bebés, sin necesidad de padres por en medio. Que algún día veamos un niño propiedad de una empresa -como ocurre en El show de Truman- parece más difícil, pero quién sabe a qué punto puede llevarnos la necesidad de sacar tajada de cualquier cosa.