El envejecimiento, determinado desde la gestación
La explicación se encontraría en la cantidad de daño genético acumulado en las células durante el desarrollo embrionario. Como muchos de los grandes hallazgos, este descubrimiento se produjo prácticamente de forma casual. El Grupo de Inestabilidad Genómica del CNIO había creado un modelo animal, ratón, para el estudio de una enfermedad humana conocida como síndrome de Seckel.
Los ratones desarrollaban enanismo y el mismo tipo de alteraciones craneofaciales que los humanos que padecen Seckel. Además, se observó que los ratones de Seckel sufrían un proceso de envejecimiento prematuro, lo que hace que un ratón de tan solo tres meses de edad tenga la apariencia de uno de tres años, y se constató que dichos mutantes experimentan una masiva acumulación de daño al ADN durante el desarrollo fetal.