El chantaje emocional en los niños



Los niños entienden que sus emociones de tristeza tienen un efecto muy bueno en las decisiones de mamá o papá, parecen decir: "Gritaré  muy fuerte para salir de paseo o para recibir ese dulce que tanto me gusta". Cuando eso sucede la relación con el niño se vuelve inmanejable, las reglas inexistentes y las faltas de respeto constantes.

En esa situación, la solución no pasará por premiarlo precisamente con lo que no queremos darle (por alguna razón) solo para evitar oirlo estallar en un lugar público o en una reunión familiar.  Tal vez lo más saludable sería tolerar esa fase en la que el niño se resiste a escuchar los  frecuentes "NO", explicarle las razones y enseñarle a aceptarlas poco a poco a pesar de sus berrinches.

Tarea complicada la que nos toca es verdad. Pero si por un lado le muestras los límites, también es bueno que aprendamos a no usar el mismo chantaje a nuestro favor. Vale más decirle "si sigues jugando tan rudo te lastimarás" a advertirles " no juegues de esa forma porque se lo diré a papá y él se molestará contigo". En un lado notará la razón verdadera de la prohibición y en la otra solo el castigo.

Desde luego cada situación es diferente, es cuestión de usar nuestro sentido común y meditar sobre este tema antes de actuar.

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