Dejar el colecho, una experiencia difícil

Mientras antes mejor, los padres que optaron por el colecho con sus niños se ven en problemas cuando deciden terminar con esta práctica. Dar el paso es complicado pero no imposible.

Si por alguna razón acostumbraste a tu niño a dormir contigo, y ahora tienes menos intimidad o temes hacerle un daño a tu pequeño; será mejor que empieces por variar un poco su rutina de sueño.

Después de un día muy intenso, baja las revoluciones, deja a un lado los juegos con el peque y busca relajarlo con un baño, unos masajes, música clásica; lo que a él le proporcione mayor tranquilidad.



Luego arrúllalo un poco antes de echarlo en su cuna o a su cama, en caso se trate de un niño más grande. Con la luz apagada, quédate cerca de él, y cuando esté totalmente dormido retírate de su habitación.

Sería genial que al primer intento nos resulte esta táctica, increíble si pasa, de lo contrario, acércate a su cuna e intenta calmar su llanto, evita tomarlo en brazos, háblale con dulzura, y dale unas palmaditas a ver cómo responde. Si nada lo tranquiliza, la última opción es cargarlo; lo cual no significa que salgas de su dormitorio, cuando se serene inténtalo nuevamente.

Es importante que perseveres. Al comienzo no será sencillo, pues el niño está acostumbrado a tu compañía durante las noches; pero sigue practicando estos pasos,  tu hijo pronto se adaptará a dormir solo.

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